



Pontevedra, 26.06.2011
Entrada n. 1444 do blog
Lume forestal, en Galicia,
por Xesús López Fernández
Hai xa moitos anos que a Administración ten conocemento do comportamento pirofítico do piñeiro radiata ou insigne e, sobre todo, do eucalipto, especies coas que repoboaron a nosa terra á par que eliminaban a vexetación clímax: carballos, castiñeiros, bídalos, sobreiras, freixos, etc.
Nun informe segredo anexo a un inventario forestal galego dos anos setenta díse que son tres as formas normales de expandi-lo eucaliptal: por medio de planteles, por medio de sementes, ou POR MEDIO DO LUME, xa que se teñen contabilizado 22000 renovos de cepa por hectárea queimada de eucaliptus.
O eucalipto, a súa imprantación masiva na nosa terra, foi causa do abandono de non poucas aldeas, que sí eran unidades de producción sustentable. E por se fose pouco e d´acabalo das políticas europeas aquí seguidas coa cousa agraria e gandeira, moitas terras feraces foron prantadas d´eucaliptus, subvencionado o abandono dos cultivos tradicionales. Fraga tivo moito de culpa nese proceder.
Eu recomendaría ás comunidades de montes de veciña que visitasen algunha das prantaciós existentes en Galicia de abetos de Douglas ou piñeiro de Oregón, nomes que recibe a pseudotsuga menzeiensis:
en Mondoñedo, en Celanova e, sobre todo, en Esgos, ó pe do convento rupestre de san Pedro de Rocas, onde o piñeiro d´Oregón alterna con pinus pinaster, picea abies e alerce europeo. Seguro que os comuneiros agradecerían a viaxe e regresarían coa idea doutra Galicia, máis posta en valor.
Daquela sí poderiamos falare dunha riqueza forestal certa no canto das prantaciós de eucaliptus, madeira que pouco vale e da que os veciños saben que se non venden pola miseria que lles ofertan terán que vendela queimada, porque a mafia incendiaria acaba actuando así. ¿Destino desa madeira queimada? Normalmente Ence.
5 comentarios:
Ence hasta en la sopa..
Doy fe de lo de 2006, porque ese año estuve de vacaciones en Pontevedra y pude filmar hasta 14 fuegos (solo a la llegada), más luego grandes zonas devastadas. Se notaba por la distribución de los fuegos la intencionalidad.
Antes de llegar a Pontevedra pasamos por las lagunas de Sanabria, hasta allí iban a repostar los hidroaviones. Fué terrible.
Hola, Candela:
Cuando Romay Becaría tomó posesión de la consellería, al poco tiempo se tuvo noticia de que poco antes de producirse un incendio en la zona de Chantada, por allí había pasado un avión. Algunos debieron tener miedo, porque los fuegos se acabaron durante su mandato, por lo menos los primeros años.
A los pocos días, el hombre tenía pruebas concretas: unos paracaídas presuntamente incendiarios, algo que se venía suponiendo. También se tienen usado bengalas incendiarios, como pequeños cohetes con canuto de cartón y, a modo de timones, cuatro aspas de plástico, para asegurar la trayectoria.
Aún debo de tener por casa lo que queda de alguno de aquellos aparatejos.
A Ence, contra lo que digan, les sirve esa madera.
Lo de los fuegos es una tragedia, no sólo en Galicia, si no en gran parte del territorio nacional.
Es curioso,querido Xesús, que en otros paises de Europa como Francia o Italia, Alemania e incluso Holanda, no tienen ese nivel de incendios luctuosos a los que nosotros estamos tan acostumbrados.
Hola, querida Natalia:
El gran problema de Galicia ha el de la repoblación aquí practicada, innecesaria.
Los montes se mantenían antes limpios por medio de la roza practicada en los mismos: retamas y sobre todo tojos servían de cama para el ganado y, convertidos en estiércol, servirían después para mantener la fertilidad de nuestros campos.
No me cabe la menor duda de que en la raiz de nuestros fuegos está, como gran agente, el eucalipto y los clústers causantes de esa repoblación. Incluso después de quemado el eucaliptu, su corteza, sirve como materia prima para las pasteras, pagado a un precio de miseria.
Mientras las aldeas gallegas fueron unidades de producción, el paisaje gallego tenía otro color, otros valores hoy perdidos en gran parte de nuestra tierra.
El eucalipto fue utilizado como ejército de ocupación, colonización salvaje al servicio de las industrias de vertedero.
Un saludo cordial, Natalia.
Hola, Natalia:
Quise decir que el gran problema ha sido el de la repoblación aquí practicada... Y más adelante "quemada su corteza", que es lo que básicamente arde, además de las ramas y el matojo que se ha formado el abandono obligado de la tierra.
Saludos, Xesús.
Publicar un comentario