Pontevedra, 6.02.2009
Entrada n. 815 do blog
A situación bancaria non está nada clara, nen se sabe a ciencia certa o motivo da inyeución de cartos do Goberno. ¿Pra mellora-la súa liquidez ante o exterior, pra que repercutisen os diñeiros en favor das pymes? ¿E que nos contan das caixas, entidades sen capital, de carácter benéfico social, creadas por Concellos ou Diputaciós, que desta volta parecen seren máis un instrumento de poder? Manexadas por políticos e non necesariamente expertos economistas, ¿con qué sorpresas non nos atoparemos aínda na singladura marcada por este Goberno de ZP?
Do encontro antre Goberno e Bancos non saeu unha clara explicación. Se ata Pepiño Blanco tivo que aplaca-las ameazas á Banca de Sebastián!. Pero mellor que no-lo conte José María Carrascal, que sabe que os españoles estamos un bastante fóra da realidade por ter gastado de máis.
Agora témese incluso polas pensiós que cando Aznar asumeu o goberno do país e tiñamos unha Seguridade Social quebrada, tivo que facer verdadeiros alardes pra levanta-lo país. Foi o seu goberno o que endereitou o rumbo, pero desta volta hai serios avisos, quezáis máis graves qu´os d´aquela, como o do necesario cese de ZP que Carrascal telumbra non vai dimitir sen antes se levar por dediante cando se llo ocurra; que o afundimento do Titánic foi algo así como un sarao en relación co que aquí pode pasar.
CUIDADO CON LOS BANCOS,
JOSÉ MARÍA CARRASCAL
Viernes, 06-02-09
¿A quién van a echar la culpa de la crisis, ahora que Bush se ha ido y han convertido a Obama en el hermano gemelo de Zapatero? Otra de sus mentiras, por cierto, pues Obama basa su política en unir a los norteamericanos, mientras Zapatero basa la suya en enfrentar a los españoles. Pero hablábamos de la crisis, ¿a quién van a colgársela? El primer impulso fue a los bancos, en su viejo papel de sacamantecas del pueblo, y allá salió Sebastián lanza en ristre contra ellos, terminando la amenaza que el presidente había empezado. Pero el otro «yo» del presidente, Pepiño, acudió rápido a convertir la lanza en caña: «Nuestra paciencia con los bancos es infinita». ¿A quien creer? A ninguno. Estos tíos se han instalado en la mentira y no hay quien les saque de ella. Les pongo un ejemplo: Zapatero todavía no ha reconocido la crisis en sus verdaderas dimensiones. Con enorme retraso e infinitos esfuerzos, ha admitido que existe «una crisis». Pero una crisis que iba a acabar en marzo y ha alargado hasta finales de año, «cuando se notarán ya síntomas de recuperación». O sea, una crisis temporal, pasajera, manejable. ¿Qué ocurrirá cuando no acabe a fin de año y el paro continúe subiendo, como apuntan todas las previsiones? Pues lo que ha hecho siempre: seguir mintiendo. Aunque tendrá que buscar un culpable, ya que tampoco va a servirle el PP, y su historieta de espías en Madrid puede servirle para crear votos, pero no empleos. En todo caso, para destruirlos. La tentación de enarbolar la pancarta «los bancos son culpables» puede hacerse entonces irresistible para alguien acorralado y sin escrúpulos como él. Aunque eso sería convertir la tormenta en huracán.
No voy a defender a los bancos, que tienen medios suficientes para defenderse y han pecado lo suyo, como casi todo el mundo, en la presente crisis. Pero me creo obligado a advertir que sembrar la desconfianza hacia ellos es como echar gasolina al fuego. Si la gente empieza a sospechar que sus ahorros no están seguros, correrá hacia las ventanillas donde están depositados. Y como ninguna institución bancaria tiene activos suficientes para cubrir los depósitos en circunstancias normales, no quiero decirles nada qué ocurriría en las anormales que atravesamos. Lo del Titanic hundiéndose iba a ser un sarao comparado con lo que se armaría aquí.
No creo, mejor dicho, no espero, que lleguemos a ello, pero tampoco lo descarto. Este Gobierno de mentirosos, incapaces y cínicos ha demostrado estar dispuesto a hacer cualquier cosa antes de dejar el poder. Son demasiados privilegios, prebendas, regalías, para dejarlas escapar así como así. Les decía antes que Zapatero no es Obama. Pero tampoco es Bush. Bush se ha ido a su rancho y adiós muy buenas. Zapatero no vuelve a la vida gris que llevaba sin llevarse lo que sea por delante.
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