domingo, 29 de julio de 2007

A MELLOR EMPRESA DO MUNDO

Pontevedra, 29.7.07

Vimos comentando, en plan mazo de herexes, a vergonza de que pra se facer multimillonario non resulte preciso facer difíciles oposiciós nen grandes esforzos pra se titular en Dereito, Economía, Historia..., non. Abonda con meterse nalgunha banda que se presente ás elecciós dalgún que outro municipio..., e xa está. Mínimo garantizado por plena dedicación, 3000 euros. Pra eso a Administración, incluso a Administración local, é a mellor empresa do mundo. Pra evitar tanto abuso faría falta un forte movemento cidadán, dí o autor.

Sigue un traballo publicado nesta data en La Voz, de Manuel-Luis Casalderrey, titulado Dinero Público, esclarecedor, que insiste na carga de deshonestidade, de inmoralidade que representa esa sobida salarial que se adxudican os que se apoderan da Administración:
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Manuel-Luís Casalderrey
Dinero Político
Son unos impúdicos (que no tienen modestia ni recato). Con luz y taquígrafos, nuestros políticos se ponen todos de acuerdo a la hora de subirse el sueldo en un porcentaje que resulta desorbitado y prohibido en otros estamentos de la sociedad, encorsetados por convenios, presupuestos del Estado o la balanza entre la oferta y demanda.
Asimismo, no importa el partido político en que militen -ya sea de izquierda, derecha o centro-, que sean oposición o que estén en el Gobierno. Da igual. Lo que sí tienen es unanimidad a la hora de fijar sus emolumentos. Es una vergüenza y una ignominia para los demás ciudadanos, atosigados con la hipoteca, las vacaciones de verano, los uniformes del próximo curso, o con alimentarse adecuadamente hasta fin de mes.

Los funcionarios del Estado, incluso los transferidos -sin consentimiento- a las comunidades autónomas, vemos limitados los incrementos salariales por lo estipulado en los presupuestos. Los salarios sólo pueden subir lo establecido.

En este estamento también existen diferencias, casi siempre fruto de la demagogia política, que, a base de complementos varios, marcan desfases salariales sustanciales entre funcionarios de igual rango y categoría, según en la comunidad en la que trabajen. Debería de enrasarse y no permitir diferencias.

En el mundo de los interinos de la política, todos se ponen de acuerdo y deciden: «Hoy cobramos más que ayer, pero mucho menos que mañana», porque mañana pactaremos otra sustanciosa subida salarial. Alguien debería prohibir semejante potestad. El problema reside en que los que hacen las leyes son los políticos, y no van a tirar piedras contra su propio tejado.

Haría falta, para solucionar todo esto, un poderoso movimiento ciudadano que decidiese no votar a todos los políticos que se suban con desmesura el sueldo y demás prebendas, ofendiendo con ello al resto de los ciudadanos de a pie.

Dos ejemplos claros de lo que digo (La Voz, 14-7). Diputados de Pontevedra ganaron casi 2.000 euros en sólo una hora y media de reuniones. El alcalde de Mijas tenía un sueldo superior al del presidente del Gobierno.

2 comentarios:

xad dijo...

Ha sido un desfase descomunal, subirse los sueldos como los han subido, pero la culpa la tienen los gobiernos de turno que lo han consentido. Nadie ha protestado (el pueblo sí, pero ese no tiene ni voz ni voto para eso, salvo a la hora de ponerlos en la poltrona).

o blog de xesús lópez dijo...

Y siguen...., porque ya parece cantado que para saciar su hambruna hay que meter mano e las pensiones.
Ellos, como Sánchez Gordillo, se instalan en los consejos de administración, como acaba de saberse con Abengoa, etc.
Y como la Justicia no funciona, o no llega... estamos perdidos, permanentemente traicionados.
Un saludo