COMENTARIOS Ó PACTO

Mosquera foi caracterizado así por Kiko da Silva, en La Voz de Galicia. O concellal apréstase a levanta-los mosquerós que van ser sustituídos por bolardos de acero, outra carallada contra do acceso que predican os mentireiros. Se o PSOE non é capaz de poñer sentidiño neste asunto e mellora-las entradas da cidade, pouco vai medrar. Ou nada. Será verdade que os van levantar?. Na Glorieta de Concepción Arenal parece van comezar. Terá que moverse o PSOE se verdadeiramente quere rentabiliza-la anulación do disparate dos mosquerós. 13.12.2007. Aínda non conocémo-las competencias do PSOE. A Praza da Verdura sigue sen os bancos reclamados por 1.188 asinaturas, antre elas a dalgún socialista concellal.

Pontevedra, 28.7.07

O pacto que veñen de asinar BNG e PSOE parece ten máis de coña que doutra cousa. Non poucas tensiós se van derivar do que acaban de acordar, do reparto de áreas.

Parece mentira que o PSOE vaia levar Urbanismo e Medio Ambiente, cando van estar pexados decote polo que o BNG dispoña no orde de infraestructuras, novas vías, ordeación territorial. É decir, parece que o PSOE vai ter pendente do que faga a un Mosquera en función de comisario político.

Mellor consulta-las noticias, porque non se entenden ben. E pra colmo de cinismo, a área de xardíns, que veu levando o PSOE, que incluso lle dou un cambio total ó panorama no último ano, agora vaina leva-lo BNG, que ten mostrado, ó longo de anos, unha incapacidade total pra esas tareas ou pra ter unha rotonda dignamente coidada.

En fin, han seguir comentarios, pero telúmbrase un tempo dramático no que a cidadanía vai seguir decepcionada, sofrindo aínda máis. Tamén o BNG vai leva-lo tema dos aparcamentos. ¿Cándo souberon facer outra cousa que suprimilos? Tampouco se lle poden deixar ó BNG as competencias exclusivas do PXOU.

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Sigue unha das noticias que nesta data dá La Voz:
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LOS SOCIALISTAS CONSERVAN BIENESTAR SOCIAL Y ASUMEN GRAN PARTE DE LAS COMPETENCIAS DE URBANISMO

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28.07.2007

Salvo reajustes de última hora, el reparto de áreas entre los dos socios de gobierno está decidido en base a criterios de proporcionalidad y equilibrio, tanto programático como presupuestario y de gestión.

Bloque y PSOE se repartirán las competencias urbanísticas. Los nacionalistas se quedan con la Ordenación del Territorio, Infraestructuras y Obras, incluyendo los proyectos de urbanización y de movilidad ( reforma urbana) y la gestión de todo el proceso de elaboración y tramitación del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal. Mientras que los socialistas asumen las materias propias del Urbanismo y el Medio Ambiente en cuanto a planeamiento (a excepción del PXOM) y gestión, licencias, parcelaciones y disciplina.

El PSOE asumirá también las competencias respecto al patrimonio histórico, incluyendo las obras de reforma que se van a ejecutar en el casco antiguo, en todo el arrabal de Santa María, así como el museo arqueológico y la rehabilitación del puente de O Burgo, proyectos financiados por las Consellerías de Vivenda y de Cultura, que tutela el Bloque en el bipartito de la Xunta.

Cultura y Fiestas

Además, los socialistas seguirán gestionando áreas que ya tenían asignadas en el anterior mandato, como Turismo y Promoción Económica, y conservarán también la de Bienestar Social, que en un primer momento barajó intercambiar con el Bloque por Cultura y Fiestas. Y, como novedad, podrían asumir también el área de Personal.

El Bloque, por su parte, se queda con las competencias de Economía y Facenda y seguirá controlando los presupuestos del Concello. Mantendrá también la responsabilidad sobre los cuerpos de Seguridad (Bomberos y Policía Local) y los servicios básicos, entre ellos el de parque y jardines que antes gestionaba el PSOE, y probablemente el transporte y los aparcamientos.

Cultura y Fiestas y Normalización Lingüística, serán asimismo competencia de los nacionalistas, con el posible añadido de educación y Universidad.

El PSOE se incorporará el lunes a la junta de gobierno para aprobar con sus socios de coalición las primeras medidas urgentes a poner en marcha en los primeros cien días de mandato.