jueves, 20 de septiembre de 2007

MEDIO AMBIENTE, CIENCIA E INDEPENDENCIA

Pontevedra, 20.9.2007

Sigue un interesante traballo publicado pola Voz de Galicia desta data. O artículo, preñado de ironía, é de Javier Guitián. Ó seu título habería que lle engadir, digo eu, algo, a palabra paciencia. Á recomendación que fai na fin da súa colaboración, de que visitemos Cabo Vilán, O Courel ou as turbeiras de Gañoidoira, poderíanse engadir moitos outros avisos: Marín, Lourizán, Vigo, Canido, monte Gaiás, Bertamiráns, Milladoiro, Pontevedra, toda ela unha desfeita do patrimonio histórico e do fondo da ría, as xunqueiras, que non só Lourizán e o porto de Marín, os recheos e cargas de dinamita, etc. E á consideración de Cabo Vilán habería que suma-lo intento do bipartito d
e seguir liquidando a Rede Natura, aínda que queiran xustifica-lo arraso do litoral ou da terra interior con estudios de impacto ambiental deshonestos. Seguro. Sigue o artículo:
TRIBUNA : Javier Guitián. La Voz de Galicia
Medio ambiente, ciencia e independencia

Hace algunos días, un artículo publicado en una revista de conservación de la naturaleza se ocupaba de una interesante cuestión. En una reciente reunión de la Sociedad Internacional de Biología de la Conservación, los científicos discutieron acerca de la conveniencia o no de su implicación en las cuestiones ambientales, más allá de la pura exposición de los datos. Una encuesta reveló, al final, que dos tercios de los asistentes estaban a favor de participar activamente en esos temas. ¿Se han preguntado alguna vez qué hubiera pasado en Galicia si en las últimas décadas los científicos y técnicos relacionados con el medio ambiente hubieran adoptado esa actitud? Pues hagamos ficción.

Con toda probabilidad, el paisaje de la Galicia litoral sería diferente si en vez de dedicarse a vender las bondades del eucalipto hubieran defendido una política forestal sostenible, sin monocultivos y, probablemente también, las actuales amenazas económicas sobre el sector y biológicas sobre la especie no hubieran llegado. Imagínense que además de estudiar nuestras especies marinas o nuestras plantas, los científicos hubieran denunciado activamente la contaminación o se hubieran negado a firmar informes de impacto ambiental llenos de falsedades; tal vez hoy, parques eólicos, minicentrales o piscifactorías estarían ubicadas de forma correcta, respetando áreas o ecosistemas que todos los ciudadanos tenemos derecho a disfrutar y obligación de conservar. Cuesta imaginarlo, y les diré por qué.

Cada decisión política que ha destruido nuestro patrimonio natural ha estado avalada por científicos. Numerosas comisiones de la Administración han contado con su participación y la de técnicos que han apoyado esas barbaridades con «independencia», en general, bien remunerada. Se han elaborado centenares de estudios de impacto ambiental pagados y se han suscrito decenas de contratos que han dado luz verde a rellenos litorales, carreteras demenciales, canteras tercermundistas pero, eso sí, siempre manteniendo la «objetividad». No lo duden, cada vez que recorran Galicia y se queden perplejos ante una barbaridad ambiental, busquen responsabilidades en las diferentes Administraciones, pero no olviden que, sin duda, ha contado con la complicidad de algún experto. Por ello, es necesario que la Administración y los propios científicos reflexionemos sobre si los sistemas de control y evaluación ambiental son independientes y, por qué no, sobre si los sistemas de financiación pueden condicionar el resultado de estos procesos.

Termino. Sin duda, habrá quien piense que lo verdaderamente subjetivo es mi propia opinión y la de otros que, como yo, creen que las cosas hubieran sido diferentes con una participación más activa de la comunidad científica en la conservación de nuestro patrimonio natural. A éstos les recomendaría una visita a las canteras o a las obras de la nueva carretera a O Courel, a los parques eólicos sobre las turberas de A Gañidoira o a la piscifactoría de Cabo Vilano. ¡No duden que el estudio de impacto ambiental fue favorable!

No hay comentarios: